Uno entró en el bar con gesto despistado. El otro estaba en la barra. Se miraron. Se reconocieron y se abrazaron. Llevaban mucho tiempo sin verse. Eran de esos amigos que creen que siguen siéndolo aún en la distancia. Incluso bebían lo mismo: gin-tónic con un leve toque de limón exprimido. Uno era alto y le gustaba hablar de forma rebuscada. El otro era bajito, parco en palabras pero muy conciso.
- Qué casualidad –dijo cordialmente el bajito.
- La casualidad es un desenlace, pero no una explicación -le respondió su amigo.
- Sí. Gran frase de don Jacinto Benavente.
Bebían y charlaban dando cortos sorbitos a sus cócteles. Se sonreían y buscaban revivir ese tiempo pasado que todos los barman del mundo sabemos que es imposible recuperar, porque lo hemos visto mil veces evaporarse como el alcohol.
- ¿Y cómo te va la vida? –dijo el pequeño.
- Contemplé tanto la belleza que mi vista le pertenece.
- Eso es de Kavafis, ¿verdad?
El alto se bebió medio gin-tónic de un trago y mirando a su amigo un tanto torcida le espetó:
- Más quiero ser malo con esperanza de ser bueno, que bueno con el propósito de ser malo.
- Ay, pillín –dijo el bajito con una sonrisa como de hiena asmática- Eso es de don Miguel de Cervantes Saavedra.
La amistad se desvanecía como el humo de sus cigarrillos. Una niebla rencorosa se extendía entre ambos. Y al final el amigo alto, al que tanto le gustaba hablar con citas, no pudo más.
- Averigua de quién es esto: eres un enano pelmazo, me has caído siempre gordo y no te soporto.
- Eso es de un libro de... -apuntó el bajito con gesto sonriente. Pero no pudo acabar la frase y nos quedamos sin saberlo, porque su alto amigo ya salía bufando por la puerta, dejándole con la palabra en la boca. Y creo que con el rodillazo en los testículos que le acababan de propinar tampoco iba a tener ganas de sacarnos de la duda. Cosas del calor.
sábado, 4 de agosto de 2007
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4 comentarios:
En caso de tener que elegir, me quedo con el bajito. Me hubiera gustado, en su momento, saber aceptar los insultos con la palabra apropiada en la punta de la lengua ..... Sí, me hubiera gustado.
Por cierto, ya va siendo hora de que le vaya pidiendo algo al barman, llevo demasiado tiempo apoyada en esta barra sin consumir nada de nada ....
Sigo buscando el bar, si encuentro el "De Diego".. lo aprovecharé, pero no te lo cuento. Yo era de Gin Tonic pero me he pasado al whisky. Te advierto que con lo de las citas me parezco al alto, pero siempre con peliculas, en todas encuentro algo como la vida misma
Verónica ¿sabes que hay un cóctel que lleva tu nombre? El "Veronica´s cocktail" lleva
2/3 Calvados (un aguardiente francés)
1/3 zumo de naranja
1 toque de naranja amarga
Se enfría con hielo en una coctelera y se sirve solo en una copa de coctail.
Y Elena, el De Diego está (o estaba) justo detrás de Chicote dando la vuelta a la manzana. Y, por otro lado, el cine lo redime todo. Hasta las citas.
Los cócteles me dan un poco de pavor ... ¡Nunca sabes como te van a acabar sentando! Asi que, con tu permiso, voy a atreverme a sugerirte que vayas eligiendo el mejor ron del que dispongas porque, en mi próxima visita, eso será lo que te pìda .... Y, si no hay ron, no tecleo, asi que, tú verás ....
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