domingo, 8 de julio de 2007

MUJER FATAL



Fumaba mentolado y bebía martinis de vodka. Tenía ese beber elegante y discreto que agradecemos tanto los que estamos al otro lado de la barra. Bebía y fumaba, y entre la copa y el humo creaba cada día una película triste. En sus ojos de mujer se entreveía ese abismo en los que todos los hombres hemos soñado despeñarnos algún día.
- Mi jefe es cada día más exigente. Nos lo exige todo. Nos lo pide todo. Es como estar casada con dios.
Y hablaba y hablaba y el bar parecía estar hecho sólo para ella. Tenía mundo, estilo y ese aire de infinita tristeza de quien lo ha vivido todo. Yo la escuchaba como lejano y ausente, con esa distancia que se nos exige a los profesionales.
- Todas las mañanas te levantas con esa sensación de tener el corazón frío –decía hablándole al cenicero- Te tomas la primera copa, te metes la primera raya y fumas el primer cigarrillo. El trabajo no puede esperar. Te estás matando para conseguir que tu empresa sea la mejor del mundo, y tienes la sensación de que hagas lo que hagas tu jefe está siempre allí vigilándote y sabiendo lo que haces en cada momento.
Yo le vaciaba el cenicero y asentía silencioso con la cabeza. Ella venía muy temprano por las mañanas y su aire de infinita tristeza dejaba ya para el resto del día un poso de humo y melancolía en el bar que dejaba en ridículo al resto de los borrachos. Los pocos y ocasionales clientes que venían a esas horas la miraban de reojo fascinados y en silencio.Pidió la cuenta. Pagó como si pagara su alma al diablo, se levantó y se dirigió a la puerta con un elegante revoloteo de su hábito negro. Qué mujer. Había que reconocer que para ser una monja no estaba nada mal.

3 comentarios:

Gallocluecoconwebos dijo...

¿Cuantos seres de este globo aguardan junto a la barra a que les llegue el ansiado día en que se pueda demostrar que el talento de tantos jefes es hacer creer a los demás que poseen el talento que no tienen...?
No por mucho trabajar, esmerándote tal empleado, recibirás el reconocimiento, la gratitud y aún menos heredarás un ápice del negocio del patrón.
-Indudable Palabra del Especulativo Señor Gerente. Amen.

Nacho Moreno Cuñat dijo...

Amén.

Nacho Moreno Cuñat dijo...

Carlos, perdona que no contestara antes, pero no había visto el comentario. Leeré el artículo. Gracias.