
- No hay sonido más hermoso que el de un tapón saliendo de una botella.
Bebía oloroso seco. Le serví su copa y la estudió al trasluz .
- El Jerez es la mejor bebida del mundo. No en vano Shakespeare, en su obra “Enrique IV”, puso en boca de uno de sus personajes: “Si mil hijos tuviera, el primer principio humano que les enseñaría sería abjurar de toda bebida insípida y dedicarse al Jerez”.
- Los marinos ingleses siempre hemos sido unos piratas borrachines, eso sí, muy elegantemente vestidos –dijo mientras me pedía que le sirviera otro oloroso-. Por eso no es de extrañar que el famoso corsario Francis Drake asolara las costas gaditanas, llegando a apoderarse en 1587 de 3.000 pipas de vino jerezano en el puerto de Cádiz, decididos él y su tripulación a matar o a morir por el tesoro líquido que aquellas tierras escondían. O que en 1596 el mismísimo conde de Essex saqueara el sur en busca del mismo elixir.
Y así, copa tras copa, fue desgranando todos sus conocimientos acerca de los vinos de Jerez. Era un pozo de erudición alcohólica. Yo le escuchaba con interés, pero la entrada de nuevos clientes me hizo concentrarme en la elaboración de otros combinados. En un momento fui a la cocina a recoger un par de limones imprescindibles para un cóctel de ron y, cuando regresé, vi que ya no estaba. Sólo quedaba un catavinos vacío. Hasta se había llevado las almendras que acababa de ponerle en un platillo. Y el platillo. Se marchó sin pagar, sigiloso y discreto. Triunfante y borracho como un maldito pirata inglés.
1 comentario:
Te las voy a tener que fotocopiar todas. Es que muchas de mis amigas no tienen ordenador (por la edad,dicen, ellas se lo pierden. Genial
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